En vivo y en directo

El cambio es en este preciso instante. Acabo de mudarme. Mejor dicho: mudé todas mis cosas (las que se salvaron de no ser tiradas) a mi nuevo departamento. Son cajas (25 para ser precisos) y algunos muebles. Dejé todo allí, cerré la puerta a la espera de pintores y albañiles que lo pongan bonito. Mientras tanto, logré salir de la casa que construí para toda la vida.
Aunque toda la vida duró apenas dos años. Atrás quedaron árboles, pasto, galerías para tomar mate y reciclaje diverso. Hoy me espera otra obra para seguir construyendo toda la vida. Toda la vida es ahora. En este preciso momento.
Y estoy cansada. Agotada. Cada músculo está tenso. El insomnio me agota.
Tengo el alma en ebullición. Hierve de tanto cambio. Necesito dormir.