18 noviembre 2006

encrucijada

Se me escapa, la rodeo, se vuelve a escapar. El núcleo es rojo intenso, chorrea lágrimas. Late, de todas maneras, aunque quisiera descansar. El escalpelo entra seco, directo, corta perfecto. No la corta al medio, intenta eliminarla. Pero no se termina nunca. Kilómetros enteros de nada. Un desierto inabarcable con bordes de agua. Es ella, la angustia. O yo. Me va la vida en ello.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

dejala que reine

5:38 p. m.  
Blogger Walter said...

Muchas veces es conveniente dejar de hacer malabarismos y contemplar como todo se cae al piso.

10:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Somos el ave Fenix hasta que de arriba nos avisan que se acabó el juego. Mientras tanto, hay tiempo para otra vuelta.

12:24 a. m.  
Blogger estenoesminombre said...

¡Enfermera, rápido ampollas de morfina!, ¡Sutura aquí, ahora!. ¡Hay que detener la hemorragia y que le entre la vida en lleno!.

¿Con la encrucijada qué hacemos?... eso queda librado a la decisión de la paciente, neustra labor está cumplida. No ha de ser la única encrucijada que enfrente, confiemos que al despertar la decisión sea la que mejor la haga sentir.

Un beso TdCambia

4:40 a. m.  
Blogger El Crimen no Paga said...

y si la vida es eso....lo que trasncurre mientras espero algo que nunca sucedera!

12:43 a. m.  

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